Son las características que vemos en nosotros, principalmente en aquellos atributos que nos consignamos bajo nuestra propia percepción. También surge como producto de las valoraciones externas, se refiere a las personas que nos rodean y por los resultados de nuestras propias acciones, lo que proyectamos.
Si la autovaloración es favorable, es probable que genere un sentido de autoconfianza.
Si es desfavorable, lo más probable es que sentirás dudas y desconfianza sobre ti.
Si es neutral, dependerás de otras personas que te den estímulos positivos para sentirte motivado.
Cuando tenemos una autovaloración positiva somos capaces de lograr metas y propósitos.
Ayudará principalmente en nuestra salud mental, salud física y relación con nuestro entorno.